Reparación de motores: entre la adquisición o el arreglo
Nuestra sociedad depende de la electricidad como la energía básica para casi todas las actividades que desarrollamos, y casi todo lo movemos a través de ella. Pero hay ocasiones, cuando se daña algún dispositivo importante, en las que necesitamos escoger entre hacer reparación de motores o la compra de uno nuevo.
Si los aparatos son pequeños o baratos se opta por cambiarlo obteniendo las prestaciones de un equipo nuevo, pero hay momentos en los que la decisión no es tan fácil, práctica o económica. En esas circunstancias hay que evaluar las opciones de compra, cambio o reparación a conciencia, para seguir obteniendo los mejores resultados, aunque también depende del nivel de daño que haya podido tener.
Hay equipos mayores de uso doméstico, como las bombas de agua, motores de elevadores, lavadoras, secadoras o equipos de aire acondicionado, y plantas de generación de electricidad, que requieren ser revisados y actuar de acuerdo con la falla.
Una de las averías más comunes, por ejemplo, es que se desgasten las escobillas, partes que permiten la transmisión eléctrica, por el continuo roce al girar continuamente el rotor. Esto es algo que solamente requiere abrir el mecanismo en cuestión para cambiarlas y volver a poner en funcionamiento. Otra falla simple que puede presentarse es el desgaste de los rodamientos de los ejes y es factible ser corregida fácilmente al detectarse.
Pero si se trata de recalentamiento, daño al material de las bobinas o roce entre los distintos elementos móviles con los fijos, entre otros, vale la pena analizar el nivel de afectación antes de tomar decisiones.
Por otra parte, cuando el daño se encuentra en el alambrado, hay empresas que tienen los conocimientos, las herramientas, y los talleres especializados para retirar el material involucrado y reponerlo, usando la misma técnica de bobinado original para que su repuesta al volver a ser puesto en uso, sea la misma.
La opción de reparar es siempre una buena decisión desde el punto de vista económico, porque evita gastar dinero en comprar todos los demás componentes que se pueden seguir usando, y además evita perder espacios de almacenamiento para guardar algo que probablemente no se vuelva a usar.